El vuelo militar Pan Americano, 1926-27
Para mejorar las relaciones con los países latinoamericanos, bastante deterioradas en esa época por la intervención norteamericana en Nicaragua, despertar el interés en la aviación y de paso recolectar datos que sirvieran para el establecimiento de una aerolínea norteamericana que operara a México, Centro y Suramérica, el Air Service del Ejército de los Estados Unidos planeó efectuar un vuelo por todo el continente americano, al cual denominó el Vuelo Pan Americano.
El 21 de diciembre de 1926, cinco aviones, de estructura de madera recubierta de aluminio en su casco y de tela en sus alas, bautizados como New York, San Antonio, San Francisco, Detroit y St. Louis, partieron al mando del Mayor Herbert A. Dargue, de Texas hacia México. De allí siguieron a casi todas las capitales latinoamericanas. A Costa Rica llegaron el 13 de enero de 1927 y acuatizaron en el estero de Puntarenas.
Continuaron su viaje al sur el 18 de enero, hasta llegar varias semanas después a Buenos Aires, Argentina. Allí al aterrizar el Detroit chocó contra el New York, estrellándose y pereciendo los pilotos del Detroit. El San Francisco fue el único en completar el viaje sin interrupciones mecánicas, en un recorrido de 35.200 kilómetros, con 59 días de vuelo y una duración total de 133 días, pues llegó de regreso a los Estados Unidos el 2 de mayo de 1927. Luego de la misión, el San Francisco fue donado al museo de la Fuerza Aérea en la base de Wright Patterson y posteriormente se trasladó al Smithsonian National Air and Space Museum en donde se encuentra en exhibición en la actualidad.
En los aviones se transportaron sobres de correspondencia conmemorativos, a los cuales conforme progresaba el vuelo se les iban agregando estampillas y sellos de cancelación de cada uno de los países en los que paraba la escuadrilla. Los pocos sobres existentes hoy en día son valiosísimas piezas de colección filatélica.
Los vuelos de 1928
y el inicio de la aviación comercial en Costa Rica.
Para 1928 la presencia de aviones militares de los Estados Unidos que hacían escalas técnicas en La Sabana era relativamente común. El U. S. Marine Corps tenía un enorme destacamento de tropas en Nicaragua, apoyando al gobierno de ese país y combatiendo la revolución de Augusto César Sandino, por lo que el movimiento de tropas y abastecimientos entre las bases del Canal de Panamá y Nicaragua era constante. Debido a que los aviones no podían hacer el vuelo sin escalas entre ambos países, la parada en Costa Rica era obligatoria para reabastecerse de combustible, para descanso de las tripulaciones o bien para participar en las fiestas cívicas en campaña de relaciones públicas para el gobierno norteamericano. Algunas veces llegaban hidroaviones acompañando a buques de la flota del Pacífico.
En enero de 1928 vino una escuadrilla de aviones De Havilland DH4, a recibir y acompañar a Charles A. Lindbergh a su llegada a Costa Rica y en su vuelo de continuación a Panamá.
En noviembre de 1928 nuevamente unos temporales interrumpieron el servicio de ferrocarril a Limón. El gobierno de Costa Rica solicitó la ayuda al de Estados Unidos, que le envió unos aviones militares del Canal, los cuales efectuaron 14 vuelos entre el 30 de noviembre y el 14 de diciembre, en los que movilizaron parte del correo rezagado.
Un avión militar llevó el 30 de noviembre de 1928 correspondencia hacia Nicaragua, por lo que siete años después del fallido intento de Luis Venditti en 1921 se convirtió en el primer transporte de correo aéreo internacional hacia el norte. Otro avión llevó el 16 de diciembre más correspondencia a Managua.
Al finalizar diciembre, arribó un escuadrón de aviones militares, procedente de Panamá, el día 30 de diciembre de 1928. El Presidente don Cleto González Víquez recibió a todos los aviadores quienes ese mismo día efectuaron unos vuelos de exhibición y llevaron al Presidente a dar una vuelta sobre la Meseta Central en uno de los bombarderos, visitándole luego en la Casa Presidencial.
Con ellos llegó el anfibio Loening matrícula NC 9713, el primer avión de Pan American que aterrizaba en el país, al mando del Capitán Donald Duke, y que inauguraría una nueva etapa en el desarrollo de la aviación en Costa Rica: los inicios de la aviación comercial. Al despegar en su primer vuelo de regreso a Panamá el 1 de enero de 1929 el avión se estrelló en La Sabana. El accidente causó su pérdida total pero los tripulantes resultaron ilesos.