Charles A. Lindbergh

4 de febrero de 1902 - 26 de agosto de 1974

En 1927 Charles A. Lindbergh, de veinticinco años de edad,  efectuó el primer vuelo trasatlántico solo. Inició su viaje el 20 de mayo y aterrizó en París al día siguiente, luego de volar 33 horas y 30 minutos sin escalas, en una increíble prueba de resistencia para el piloto, el motor y el avión, bautizado el Spirit of St. Louis.

 

En los veinticuatro años transcurridos desde el primer vuelo de los hermanos Wright la aviación había hecho un enorme progreso. Lindbergh demostró la capacidad de un motor para el funcionamiento ininterrumpido por muchas horas, la navegación por instrumentos (tan es así que el avión no tenía parabrisas al frente; el piloto solo podía ver por las ventanillas laterales, una escotilla en el techo y por un primitivo periscopio, para aminorar su resistencia  y lograr un diseño aerodinámico lo más eficiente posible que economizara la mayor cantidad de combustible) y la capacidad humana de conducir una máquina en vuelos de larga distancia.

 

La aeronave y el piloto se hicieron inmediatamente famosos después de su vuelo trasatlantico.. El nombre de Charles A. Lindbergh y el de su avión, el “Spirit of St. Louis”, permanecerían unidos para siempre.

 

A finales de 1927 Lindbergh decidió hacer un vuelo de buena voluntad a México, Centroamérica y el Caribe. También buscaba explorar rutas aéreas en el continente pues siempre tuvo la clara visión de que los Estados Unidos deberían jugar un papel importantísimo estableciendo aerolíneas privadas que en el futuro enlazaran a todos los países con servicios aéreos itinerados.

 

Partió de Washington el 13 de diciembre, y voló 27 horas y 15 minutos hasta llegar a México. Allí estuvo 15 días y el 28 de diciembre salió para Guatemala, adonde llegó luego de volar 7 horas y 5 minutos. Su próxima parada fue en Belize, el 30 de diciembre. El 1 de enero voló a El Salvador. De allí continuó el 3 de Enero a Tegucigalpa, Honduras y el 5 de enero llegó a Managua, Nicaragua.

 

El 7 de enero de 1928 en un vuelo de 3 horas y 25 minutos llegó a San José, Costa Rica.  Por ello, el avión, actualmente en exhibición en el Smithsonian Air and Space Museum en Washington, tiene una pequeña bandera de nuestro país pintada en la tapa del motor.

El Presidente, don Ricardo Jiménez, y más de treinta mil personas lo fueron a recibir. Al tratar de aterrizar en La Sabana, en ese entonces solo un potrero con un bosque a un lado llamado el Bosque de los Niños, la multitud se tiró a la pista y Lindbergh tuvo que elevarse de nuevo y mantenerse en el aire hasta que le fue despejado el campo por la policía.

 

En nuestro país permaneció dos días y el Presidente don Ricardo Jimenez le agasajó en el Club Unión.

 

Partió para Panamá el 9 de enero. Allí permaneció descansando hasta el 26 de enero. Luego continuó su viaje a Cartagena, a Bogotá, a Caracas, a St. Thomas, a San Juan, Puerto Rico, a Santo Domingo, a Puerto Príncipe, Haiti, y a la Habana, Cuba. De La Habana salió el 13 de febrero y voló directo a St. Louis, Missouri, en un vuelo de 15 horas y 35 minutos, ciudad en donde terminó su viaje al día siguiente, 14 de febrero de 1928.

Lindbergh regresó a Costa Rica posteriormente en varias ocasiones, ya como piloto de Pan American.

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