Tobías Jiménez Gargollo
1897-1974
Tobías Jiménez Gargollo provenía de una distinguida familia de San José. Desde joven sintió inclinación por las actividades militares. En 1921 participó como expedicionario voluntario, con el grado de teniente, en el “Batallón Pinaud”, que tuvo una destacada actuación en el conflicto de límites entre Costa Rica y Panamá.
En 1922 el Presidente de Costa Rica, don Julio Acosta, le concedió una beca, otorgada por el gobierno de México, para que fuera a estudiar aviación militar a ese país.
Don Tobías partió para México a los 25 años e ingresó en 1922 en la Escuela Militar de Aeronáutica de la Fuerza Aérea Mexicana, en los Arcos de Belén. Tuvo de compañeros a varios cadetes e instructores que posteriormente serian famosos en la Fuerza Aérea, como el Capitán Emilio Carranza, el Coronel Roberto Fierro, y el Coronel Pablo Sidar. En 1923 se graduó de piloto militar y permaneció en la Fuerza Aérea por varios años más, seis en total, perfeccionando sus conocimientos y participando en varias acciones militares, sofocando insurrecciones y también en misiones de ametrallamiento y bombardeos aéreos en 1926 y 1927 a los rebeldes indios Yaqui. En una de esas misiones su avión fue alcanzado por fuego enemigo, y se vio obligado a efectuar un aterrizaje forzoso sobre el Lago Texcoco. Jiménez sufrió heridas leves en la cabeza, aunque estuvo en peligro de contraer una infección por lo contaminado de las aguas del lago, según relató muchos años después a su nieto, don Fernando Castro Jiménez.
En 1928 se trasladó a New York, y trabajó en la compañía Curtiss. En Estados Unidos revalidó su licencia de piloto militar y se quedó aproximadamente dos años, pero, aunque tenía interés en ingresar en la Fuerza Aérea de ese país, era necesario renunciar a su nacionalidad costarricense, por lo que prefirió regresar a su patria.
En 1929 el gobierno consideró pedirle que volara el avión Avro Anahuac “Juan Santamaría”, que le había sido regalado por el gobierno mexicano, pero ante la insistencia de Tobías Bolaños el Presidente optó por permitirle a este que lo volara, con el desafortunado resultado de que Bolaños se estrelló al aterrizar, destruyendo el avión completamente, aunque él escapó ileso.
En Costa Rica Jiménez Gargollo voló un corto tiempo para Aerovías Nacionales, aerolínea fundada en 1934 por Román Macaya. Sin embargo luego se dedicó a trabajar con su familia y nunca más volvió a volar.
Don Tobías falleció en San José el 16 de marzo de 1974, a la edad de 76 años, dejando como legado el haber sido uno de los primeros pilotos militares profesionales del país.